Cambio climático. La salud del planeta en peligro

Son necesarios profundos cambios en la forma como nos relacionamos, tanto entre nosotros como con la naturaleza, para solucionar este desastre del cual somos, en gran parte, responsables.

“El cambio climático es generalizado, rápido y se está intensificando”

Así presenta, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, en inglés), mediante comunicado de prensa, un informe el pasado 9 de agosto del año en curso. Ese mismo día, las Naciones Unidas, publica un artículo que titula: “Cambio climático: El ser humano ha calentado el planeta a un nivel nunca visto en los últimos 2000 años”.

El informe se convirtió en tema recurrente de los medios de comunicación en los días siguientes.

¿Porqué causó tanto revuelo este informe?

Porque, como dice el citado artículo que publica las Naciones Unidas:

“Todos los científicos coinciden en observar que el clima está cambiando en todos los rincones del planeta a una escala sin precedentes. Algunos de esos cambios serán irreversibles por miles y cientos de miles de años. Solo una acción enérgica y duradera en la reducción de gases de efecto invernadero puede limitar su alcance”

Cambio climático nos está afectando

Muestra que, a menos que las emisiones efecto invernadero se reduzcan de forma inmediata, rápida y a gran escala, no es posible cumplir los objetivos del acuerdo de Paris, que en este punto dice:

“Mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático”

Señala, que se están presentando cambios en el clima en una escala no vista en miles y hasta cientos de miles de años. Además, que algunos no serán reversibles en un futuro inmediato, pero, que aún hay tiempo para minimizar su impacto.

El informe, igualmente, refleja los avances de la ciencia para comprender mejor estos fenómenos y encontrar la forma de revertir sus efectos. Aunque, señala como la actividad de los seres humanos ha tenido una gran influencia en estos cambios, muestra, además, el potencial que tenemos para determinar el futuro del clima.

¿Qué es el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático)?

Es el principal órgano internacional para la evaluación del cambio climático. Fue creado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en 1988. Decisión que hizo suya la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Examina y evalúa la información científica, técnica y socioeconómica acerca del cambio climático y todos los países miembros de las Naciones Unidas y de la OMM pueden ser parte.

Creado para dar una visión científica del conocimiento disponible sobre el cambio climático dando así, elementos de juicio a los encargados de tomar decisiones políticas.

Hasta el momento ha presentado cinco informes y el del pasado 9 de agosto es la primera entrega del sexto informe de evaluación, el cual será completado en 2022.

¿Debemos preocuparnos por el cambio climático?

El cambio climático está impactando en forma profunda la conciencia de la humanidad, por las afectaciones que está teniendo en las economías nacionales y las vidas de las personas en todas las regiones del mundo.

No es un engaño, como afirmaba el mandatario de una potencia que retiró su país del acuerdo de Paris. Es una realidad que debe ser enfrentada por la humanidad en su conjunto, por las consecuencias que puede tener para nuestra supervivencia como especie.

Es un problema que se presenta porque, desde la revolución industrial, la acción del hombre sobre la naturaleza se ha incrementado, produciendo un aumento en la emisión de gases efecto invernadero. Estos gases, generados por la quema de combustibles fósiles, para realizar diferentes actividades humanas, están calentando la atmosfera más rápido de lo debería.

La crisis climática está afectando a todo el planeta y a quienes habitamos en él. Solucionarlo nos incumbe a todos. Pero, no todos tenemos la misma cuota de responsabilidad, ni tampoco, todos somos afectados de la misma manera.

Solucionar el problema comienza con realizar una transición energética. Esto significa, dejar de consumir combustibles fósiles que producen gases efecto invernadero, y reemplazarlos por energías limpias. Pero, esta transición implica realizar unas grandes inversiones. El mayor costo lo deben asumir aquellos países que más han contribuido a generar el problema. Países que cuentan con mayores recursos, al ser los más beneficiados por el progreso. 

Por otro lado, necesitamos una sociedad mejor organizada y más previsiva. Con una estructura económica y social capaz de abordar la solución de los problemas de toda la humanidad y no solo los de unos pocos.

¿Y qué se está haciendo?

Unidos enfrentemos calentamiento global

En 2015, los países del mundo acuerdan actuar en forma conjunta para: lograr el desarrollo sostenible y enfrentar el problema del cambio climático. Temas que están vinculados y son vitales para el bienestar presente y futuro de la humanidad.

En septiembre de este año, en la Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible se adopta la “Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”. Aprobada, además, por todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas. Todos ellos, se comprometieron a movilizar los medios necesarios para su implementación. Dentro de los 17 Objetivos que forman parte de la Agenda, uno, el número 13, dice: “Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos”.

El 12 diciembre del mismo año, en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, los países acuerdan tomar como causa común, combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos. Este compromiso se le conoce como acuerdo de Paris. Este acuerdo es un paso más de los esfuerzos iniciados a finales de la década de 1960. En esta época las personas comienzan a manifestar preocupación por el tema ambiental. Fruto de las acciones que siguieron, en 1997 nace el Protocolo de Kioto y rige entre 2005 hasta 2020. Hoy lo sustituye el acuerdo de Paris.

El Acuerdo de París es, según las Naciones Unidas, “un tratado internacional sobre el cambio climático jurídicamente vinculante”. Y, como reza en su texto: “Tiene por objeto reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza”

Todos los países tienen responsabilidades, mediante cuotas que se asignan, según sus posibilidades. Cuotas denominadas “contribución determinada a nivel nacional” o NDC (por sus siglas en inglés), de las cuales, deben rendir sus informes de cumplimiento cada cinco años.

Relación entre el cambio climático y el desarrollo sostenible

Son dos caras de la misma moneda que se refuerzan mutuamente. Muchos de los Objetivos del Desarrollo Sostenible, abordan factores que son desencadenantes del cambio climático. No es posible enfrentar la solución de uno sin tener en cuenta al otro. Fijar el foco solo en los desastres consecuencia del calentamiento global, puede traer buenos réditos a quienes buscan lucrarse de las oportunidades económicas que trae la necesaria transición energética, pero poco contribuye a la solución del problema.

Un ejemplo. Los arboles captan el CO2 de la atmósfera y lo transforman en carbono orgánico. Por esto, reforestar y detener la deforestación son una de las estrategias para combatir el cambio climático. Pero, hacerlo es muy difícil sin poner fin al hambre y la pobreza, y reducir la desigualdad. Porque, como podemos verlo en la amazonia, y otros sitios de nuestro país, entre las causas de la deforestación están, la extrema pobreza que obliga a algunos a realizarla para obtener recursos para su subsistencia y la codicia de otros pocos que se lucran de ella sin importarles el futuro del planeta.

Igualmente, entre los objetivos de desarrollo sostenible figura promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible y la industrialización sostenible. No hacerlo, nos priva de los recursos necesarios para realizar las grandes inversiones que requiere la transición energética.

Realizar las tareas necesarias para lograr el desarrollo sostenible y detener el cambio climático, requiere de la voluntad política de los encargados de tomar las decisiones y el apoyo en recursos y tecnología de parte de los países más adelantados con aquellos menos desarrollados.

Pero, desafortunadamente, como dice el secretario general de la ONU, en su intervención ante la asamblea general, el 21 de septiembre de 2021: “La solidaridad está ausente, justo cuando más la necesitamos”.

Objetivos de la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible

  • 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo
  • 2: Poner fin al hambre
  • 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades
  • 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos
  • 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas
  • 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos
  • 7: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna
  • 8: Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos
  • 9: Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación
  • 10: Reducir la desigualdad en y entre los países
  • 11: Lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles
  • 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles
  • 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos
  • 14: Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos
  • 15: Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras, detener la pérdida de biodiversidad
  • 16: Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas
  • 17: Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible

¿Y como estamos en Colombia?

Mediante Ley 1844 de 2017, el Acuerdo de París fue avalado de forma unánime por el Congreso de la República. La Corte Constitucional la declaro exequible. Los compromisos asumidos por Colombia son:

  • Reducir el 20% de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) para 2030, teniendo como punto de partida el inventario de emisiones nacionales de 2010
  • Aumentar la reducción de sus emisiones de GEI a un 30% si recibe apoyo internacional

En 2020, Colombia presenta las medidas que tomará para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un documento que denomina: “Actualización de la Contribución Determinada a Nivel Nacional de Colombia (NDC)” para el periodo 2020-203.

Y hace pocos días, el pasado 21 de septiembre de 2021, en su última intervención ante la asamblea de la ONU, el presidente Duque dice lo siguiente:

“Llegaremos a Glasgow, a la COP26, con el compromiso de reducir nuestras emisiones de gases efecto invernadero en un 51 por ciento para el año 2030, y, también, alcanzar la carbono neutralidad en el año 2050. El recorrido del camino ya empezó y lo reafirma nuestra rápida Transición Energética, que ya cuenta con una legislación propia, con la que expandiremos exponencialmente las energías renovables no convencionales para multiplicar, por 20 veces, la capacidad instalada y lograr la cero deforestación para el año 2030, el desarrollo de la economía circular, la articulación de la ruta del hidrógeno y la defensa total e irrestricta del Amazonas”.

Objetivos que se ven muy ambiciosos. Pero. ¿Los hechos muestran una real voluntad política para lograrlos?

Sobre la Transición Energética

En 2014, se promulga la ley 1715 de 2014, cuyo objetivo es “promover el desarrollo y la utilización de las fuentes no convencionales de energía”, así como, “promover la gestión eficiente de la energía”. Ley que sufre una modificación mediante la Ley 2099 del 10 de julio del 2021.

Con respecto a estas leyes, Alejandro Fula, Profesor del Departamento de Procesos y Energía de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), en artículo que titula “¿Transición energética o integración de energías renovables?” hace los siguientes comentarios:

“Aunque las dos leyes se han denominado de “transición energética” esta es una denominación excesiva para lo que son en realidad, pues ambas son para la “integración de las energías renovables” a la binaria matriz energética colombiana: gran-hidro (70 %) + termo-fósil (29 %) en 2021”.

Señala, como esta ley, “facilita el ingreso de grandes capitales para la inversión en la resiliencia de nuestra matriz energética”, mostrando que, en las subastas de energías renovables, realizadas en 2019, estos proyectos quedaron “en manos de 7 grandes inversionistas que, con excepción de Celsia (del grupo Argos), son mayoritariamente extranjeros”.

Resalta, “que las empresas extranjeras investigan especialmente en sus países de origen y la mayoría de equipos y accesorios son importados e instalados. Así, el desarrollo de ciencia, tecnología e industria ligado a esos 1,3 GW sería casi nulo para el país”. Y. “Esta ley no plantea nada relativo al desarrollo de la industria nacional con alto contenido de conocimiento”.

Sobre reforestación y frenar la deforestación

El presidente Duque promete sembrar 180 millones de árboles, pero, según el portal La Silla Vacía, a 15 meses de cumplir su mandato no ha llegado a un tercio de esa cifra.  Y, no solo es la dificultad de cumplir la promesa, sino que no siempre se toman las medidas necesarias para que los árboles sobrevivan.

Según la misma nota de La Silla Vacía: “Mientras tanto, la tala no se detiene. Sólo en el Amazonas colombiano se deforestaron casi 140 mil hectáreas el año pasado, un 53 por ciento más que en el 2019. Y desde 2018 van más de 944 mil hectáreas deforestadas en el país, según datos del Global Forest Watch, una plataforma que desde 2014 ofrece información sobre el estado de los bosques en el mundo: tres veces lo que pretende sembrar Duque con su plan. Así que son más los árboles que se tumban que los que se están sembrando, y, por ahora, no está claro tampoco que se vayan a sembrar todos los prometidos. Y que los sembrados, vean la luz”.

Esto dice mucho sobre una real voluntad de adecuar nuestra economía a los desafíos del cambio climático y a la solución de los problemas de las mayorías nacionales. Es un tema sobre el cual se debe profundizar.

Cambio climático, afecta salud del planeta

A manera de resumen

  • El cambio climático es un peligro cierto que debemos enfrentarlo toda la humanidad.
  • Para enfrentarlo es necesaria una transición energética.
  • Además, cambio en la sociedad y a las relaciones entre naciones.
  • Necesitamos desarrollar la economía para solucionar los problemas de las mayorías y contar con los recursos para enfrentar el problema.
  • Debemos apoyarnos en la ciencia.

Mientras tanto, a la expectativa de ver que sale de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), que bajo el lema “Uniendo al mundo para hacer frente al cambio climático” se celebrará en Glasgow (Reino Unido) del 1 al 12 de noviembre de 2021.

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