Disfrutar la tecnología, cuidando el medio ambiente

Se culpa al desarrollo tecnológico por daños al ambiente. Ante esto vale hacernos la siguiente pregunta: ¿Podemos seguir disfrutando de la tecnología y ser responsables con el medio ambiente?

Es indudable que el desarrollo tecnológico ha traído grandes beneficios. Ha enriqueciendo nuestras vidas y nos permite gozar niveles de confort que antes no eran posibles, por esto la respuesta a este interrogante es tan importante.

El grado de desarrollo científico y tecnológico, que nos permite calcular el impacto de nuestras acciones y encontrar formas de corregir los problemas medioambientales que hemos creado, nos permite ser optimistas.

Con tecnología y voluntad política podemos recuperar el medio ambiente

Aumentan las voces que piden que la apropiación que hacemos de la naturaleza no se dé sin límites, ya que no podemos vivir separados de ella y de su buen o mal manejo depende la suerte de las generaciones presentes y futuras.

Ante la magnitud del desastre se han comenzado a tomar decisiones en la dirección de revertir la tendencia de deterioro del medio ambiente. Veamos un par de ejemplos que respaldan esta afirmación.

Recuperación de la capa de ozono

Brillo solar

En la segunda mitad del siglo pasado se detecta una disminución en la capa de ozono. Esta capa es un filtro que nos protege de las radiaciones nocivas, y de alta energía, que llegan a la Tierra. Entre estos los rayos UV, que pueden causar cáncer de piel.

Varios científicos encuentran a los clorofluorocarbonos (CFC), una familia de gases empleados en diversas aplicaciones, como la industria de la refrigeración, responsables de este desastre, al acumularse en la alta atmósfera y causar la destrucción de la capa protectora de ozono.

Ante la gravedad del hecho, en 1987 se negocia el protocolo de Montreal, que entró en vigor el 1 de enero de 1989. Tratado que busca limitar la producción de estas sustancias y que ha sido considerado un ejemplo excepcional de cooperación internacional por el alto grado de aceptación e implementación que se ha logrado.

En publicación de las naciones unidas en 1 mayo de 2020 se dice: “la regeneración de la capa de ozono continúa gracias a la aplicación del Protocolo de Montreal, que busca acabar con la producción y el uso de sustancias que la reducen como los clorofluorocarbonos”

Recuperación de zonas bosques

Sendero por bosque

En publicación de BBC News Mundo del 14 agosto 2018 se dice: “Con la ayuda de mapas satelitales, científicos en Estados Unidos calcularon los cambios en la cobertura forestal del planeta y descubrieron que el aumento global de bosque supera a la pérdida de árboles en los últimos 35 años”.

En otra parte del mismo documento se anota: “Gran parte del nuevo crecimiento de bosque se produjo como consecuencia de esfuerzos de reforestación en China y regiones desérticas de África”.

Son muchos más los ejemplos de como con la tecnología podemos mejorar nuestra relación con el medio ambiente.

La tecnología nos permite un uso más eficiente de los recursos y el desarrollo de energías alternativas para así rebajar dependencia de combustibles fósiles y disminuir el efecto invernadero, con lo cual disminuimos los efectos negativos contra el medio ambiente.

Falta camino por recorrer pero, vamos avanzando

Aunque hechos como los señalados nos impulsan a ser optimistas, el que países poderosos se nieguen a firmar acuerdos para utilizar tecnologías más amigables y detener el deterioro del ambiente nos muestra que falta mucho camino por recorrer.

El contraste entre los esfuerzos de reforestación ya reseñados y la deforestación de ese pulmón del mundo, la selva amazónica, ilustra como, aunque el principal factor de deterioro ambiental es la actividad del ser humano, no es en el gran desarrollo de las fuerzas productivas donde radica el problema, sino en la manera como los seres humanos decidimos relacionarnos con la naturaleza.

Los momentos difíciles por los que estamos pasando por el COVID-19, nos ha llevado a replantearnos muchas cosas pero, muestra como el desarrollo de la ciencia y la cooperación internacional, ha permitido encontrar la raíz del problema y la forma de enfrentar esta pandemia antes que en situaciones similares del pasado.

A través de la telemedicina, la inteligencia artificial o las aplicaciones móviles, la tecnología está ayudando a controlar y combatir su expansión, disminuyendo los efectos negativos.

Barrio con arboles y paneles solares

Soy de los optimistas que creemos que, al ser capaces de conocer las leyes de la naturaleza, las podemos aplicar para evitar el impacto negativo de muchos de nuestros actos y que encontraremos el camino a seguir para revertir los daños que hemos causado al ambiente.

Coincido con el ex-rector de la Universidad Nacional de Colombia, Moisés Wasserman, quien en articulo en del diario El Tiempo, el 6 de agosto 2020, decía: “Quiero reconocer una vez más mi admiración por la especie humana. Sé que en algunos círculos da estatus y apariencia de inteligencia superior hablar mal de ella, y manifestar deseos de que se extinga de una vez por todas y deje en paz al universo”

¿Y usted qué opina?

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